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Thursday, July 23, 2015

La última vida que salvó "The Flying Doctor"

John Hinds seguía al pelotón en la vuelta de reconocimiento de la Skerries 100 en su BMW S1000RR cargada de material salvavidas, desfribrilidor, resucitados y demás mochilas cargadas de material quirúrgico. Una de esas mochilas se enganchó en el interior de una curva rápida haciéndole perder el control de la moto, estrellándose instantáneamente contra un árbol con consecuencias fatídicas.

La pérdida del Dr. Hinds, the flying doctor, en una prueba en el norte de Irlanda cuando prestaba su servicio altruista en favor de los pilotos accidentados, ha sido un auténtico jarro de agua fría para todos los involucrados en el road racing y sentido por cualquier aficionado a las carreras en cualquier parte del mundo. Gente así no nos sobra y la pérdida de uno de ellos es sentida tanto más, si cabe, que la de cualquier miembro de este pelicular mundo de las carreras.

Kiko Giles ha escrito en www.thepitcrewonline.net un relato muy interesante sobre el último piloto al que el Dr Hinds había salvado la vida solo unas semanas antes de perder la suya propia y que traduzco a continuación para hacerlo accesible a todos aquellos que han estado haciendo un seguimiento del trágico final del Dr. John.

Antes de dejaros con el texto, no puedo por menos que recordar como John se acercó a mí y a mí amigo John Shearer cuando estábamos en la parrilla de la NW200 en 2013 decidiendo que neumático usar y nos sugirió, "Antonio, si tienes dudas, mejor elige por el lado de la seguridad" Sabias palabras que me ayudaron a decidir montar esos intermedios que también me fueron. Gracias de nuevo, gracias por todo, John.

Relato de Kiko Giles.

"Un tributo a enfermeras y doctores quienes ayudan a nuestros pilotos caídos"

Muchas veces oímos historias tristes, y actos sobresalientes de bondad en el mundo de las carreras de carretera, pero cuando estas dos características se dan a la vez es muy difícil contener las lágrimas, sabiendo que una vida fue salvada por otra que fue cruelmente arrebatada de nosotros solo unos días después. Esta es la historia de como un piloto de Portstewart, Ian Morrell, sobrevivió a su horrendo accidente en las carreras de Kells Road Races, y como el doctor que le salvó a él perdió su vida trágica mente solo unos días después. Gracias especiales a la esposa de Ian, Michelle.

Era el 21 de Junio de 2015, un día seco para celebrarse las Kells Road Races. Ian Morrell tomaría parte en la categoría de 400 y en el la lightweight 650, aunque como nadie allí podía imaginar, el día no transcurrirá como estaba planeado para Ian.

Las carreras de carretera son un deporte para solo un grupo muy especial de bravos pilotos que toman parte en él. Implica pilotar una moto a 300 km/h con muros de ladrillo y verjas de jardín solo a unos centímetros de los pilotos. Los pilotos llaman a todo eso 'el mobiliario' que va enlazando el trazado para darle su toque final. Árboles, muros, pasos de vía, etc., son solo algunos de los obstáculos que hacen de este uno de los mayores éxitos espectáculos del mundo, pero esos son también los obstáculos que hacen de él uno de los deportes más peligrosos del planeta, no sólo para los pilotos, sino para los espectadores que pueden llegar a situarse a distancia de poder tocar físicamente a los pilotos al pasar.

Ian Morrell estaba acercándose a una curva a 200 km/h cuando su rodilla se enganchó en el verde de la orilla de la carretera (nota personal: se me pone la piel de gallina como puedes imaginar al haber vivido algo muy similar) lo que ocasionó que la moto se desestabilizara perdiendo el control de la misma y saliendo por las orejas. La moto entonces se dirigió hacia las balas de paja levantándolas ligeramente de manera que Ian deslizó bajo ellas sin remisión hasta chocar contra una muros un lado del circuito. En el momento en el que el Dr Hinds llegó a la escena del accidente Ian ya no respiraba. El Dr. Hinds necesitó los siguientes 45 minutos para resucitar le e inflar sus pulmones de manera que pudiera ser trasladado al hospital. La gente que pude ver el accidente mantenía la respiración mientras Ian era atendido. El helicóptero de hospitalización finalmente llegó y llevó a Ian al Hospital de Beaumont, en Dublin, donde Ian permaneció estable pero en situación crítica.

Después de muchos rayos x, el verdadero alcance de las las lesiones de Ian salió a la luz, con los dos pulmones colapsados, costillas rotas, la espina dorsal rota, un pequeño derrame cerebral, el hombro dislocado y los ligamentos y tendones de la rodilla derecha en mal estado, además de una limitación en el movimiento de su brazo derecho. Ian se había dado un buen palo y de no ser por la rápida aparición del Dr, John Hinds, Ian no habría tenido tanta "suerte".

El Dr.Hinds era el doctor en pista de todas las carreras de carretera. A sus 35 años trabajaba como anestesista en el Hospital de la zona de Craigavon y era conocido como uno de los doctores voladores junto a Fred MacSorley. El daba cobertura como doctor salvavidas para pilotos accidentados en carreras de l más alto perfil como la NW200 y el Ulster Grand Prix, incluyendo su actuación en el tremendo accidente de Stephen Thompson en la NW200 unos meses atrás. A menudo descrito como héroe, el Dr. Hinds salvo un increíble número de vidas durante los últimos años. Difícilmente podría imaginar que perdería la suya propia en un accidente en la Skerries 100.

Sin duda alguna el Dr. John Hinds era el hombre más importante en el mundo del road racing; si él no hubiera asistido inmediatamente a tantos pilotos seguro que el peaje de muertes en las carreras de carretera habría sido bastante más alto. Como él mismo decía, él prefería dar asistencia fuera de los hospitales ya que ello iba más con su forma de ser. A la tierna edad de 35 años, el Dr Hinds era ya una leyenda incluso sin haber ganado jamás una carrera o haber subido al podium alguna vez: él salvaba vidas que estaban perdidas y a familias del luto, pero perder la vida cuando intentaba salvar la de otros es simplemente muy trágico. El murió ayudando a otros, haciendo lo que amaba, y es seguro que allá donde el paddock del road racing vaya, se le echará de menos y ninguna carrera será la misma sin la seguridad y las manos salvadores del Dr. Hinds en la cola del pelotón.

El mundo puede ser cruel algunas veces y el Dr.Hinds nos ha demostrado a todos nosotros que no importa lo que hagas que nunca sabes realmente que nos espera a la vuelta de la esquina. Nuestra trágica pérdida significa que dios gana otro ángel y otra estrella para brillar en el cielo.

Ian está todavía en el hospital y tiene un largo tiempo de recuperación por delante de él. Es muy pronto para decir si el se recuperara totalmente o si se volverá a subir a una moto alguna vez, pero es gracias a los fisioterapeutas Zeta y Evonne del hospital, que están extremadamente contentos con los progresos de Ian y su actitud de mejora. Michelle dijo "Supe inmediatamente que había sido él porque estaba entre los 3 primeros en la carretera y cuando el primero y el segundo pasaron ya lo supe. Mi corazón se paró"

Ian es padre de 3 niños y Michelle lo describe como persona con "gran sentido del humor, divertido, querido e increíble. El tiene una gran sentido del humor y todo el mundo en el Paddock sabe de él y está muy bien considerado."

El Dr. John salvó a Ian, pero trágicamente perdió su vida en un accidente unos días después, algo que es inimaginable. Algo que esperas escuchar al final de una película, pero no en la vida real. El Dr.Hinds salvó, al menos, un soldado más antes de ser cruelmente llevado. Me gustaría desear a Ian una recuperación rápida y me gustaría dar unas enormes gracias a todo el mundo en el hospital de Beaumont de Dublín, incluyendo a Zeta y Evonne, las fisioterapeutas. El Dr Hinds realizó su misión final, una misión exitosa. (fin del relato).

Antonio Maeso

TT rider

press 2015

 

3 comments:

  1. Bonito relato sobre una labor tan imprescindible como desconocida, un pena la perdida de esta gran persona.

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  2. Bonito relato sobre una labor tan imprescindible como desconocida, un pena la perdida de esta gran persona.

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  3. Fantastico y emotivo relato ..... muchas gracias por traducirlo Maestro .... nos volveremos a ver Jhon nunca te olvidaremos

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